Las opciones para realizar tareas en sitios altos tienen dos principales vertientes, la plataforma de tipo tijera y la de brazo articulado. Sus características y funciones pueden ayudarnos a saber seleccionar el más adecuado a cada propósito.
Capacidad
La mayoría de las plataformas con brazo articulado tienen una capacidad promedio de unos 227 kilogramos independientemente a la posición (un par de personas y poca herramienta o una persona con equipo de cierto peso). Algunos fabricantes tienen modelos que ascienden a los 450 Kgs mientras que no se exceda del 75 al 80 por ciento de su alcance, en posiciones horizontales extremas.
Por otra parte, las plataformas de tipo tijera ascienden de forma vertical y no comprometen su estabilidad con extensiones horizontales, siendo así capaz de ofrecer más capacidad para sostener a trabajadores, herramientas y material, habiendo modelos que soportan desde los 227 Kgs hasta arriba de una tonelada.
Alcance Horizontal
Sin lugar a dudas, las plataformas articuladas son superiores en este aspecto. Esta función es particularmente útil en sitios con terreno irregular o que las configuraciones del sitio obstruyan a la tarea que se quiere realizar (ej: materiales apilados, maquinaria pesada); una plataforma de tijera podría elevarse pero no se podría acercar.
Versatilidad
Los de tipo articulado ofrecen una gran flexibilidad para muchos tipos de tareas que requieren saltar obstrucciones y abordar un punto desde distintos ángulos y elevaciones. Aunque en el caso de las plataformas de tijera ofrecen menos flexibilidad, los dos tipos de plataformas cuentan con modelos que permiten movilizar la plataforma completa y maniobrar para cambiar de posición sin requerir bajarse.
Fuente de energía
Para todos los modelos existen opciones para utilizar diésel, híbrido o sólo electricidad para operar las plataformas. Los contratistas tienden a elegir diésel por su disponibilidad en el sitio de construcción o híbridos para cambiar a eléctrico con un simple switch, cuando hacen trabajos en interiores y así no emitir gases y generar mucho menos ruido.
Los que prefieren modelos totalmente eléctricos se encuentran en plantas y fábricas o en sitios con poca ventilación, además se tiene la ventaja que se recarga en minutos, no en horas. Los modelos ideales deben ser capaces de operar hasta dos turnos para dejarlos cargando al final del día.
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