martes, 20 de diciembre de 2016

Sistema de Gestión de Calidad para tu Empresa

Renta de Plataformas de Elevación


Cualquier emprendedor se ha enfrentado a una realidad que lo forza a mejorarse. Productos similares, clientes que se alejan y consumen los consumen por ser más barato, mejor hecho, porque tus productos tienen un tiempo de vida muy corto en comparación. La competencia es un gran impulsor para ver hacia nuestro interior y mejorar.

Hace algunas décadas se buscó sistematizar la forma en que pudiésemos garantizar que los productos lanzados al mercado estuvieran libres de defectos y que funcionaran a la perfección. Alan Vallin Feigenbaum, que trabajaba en el departamento de calidad para General Electric, introduce el concepto Control de la Calidad Total, donde involucra a todos los departamentos de la empresa; más que tener un radar para hallar piezas defectuosas, se plantea como una filosofía total rumbo hacia la excelencia en donde se crean las condiciones para que haya gradualmente menos defectos, hasta eliminarlos.

Cada empresa tiene su giro y sus particularidades, pero tienen en común su capacidad de generar sus productos y servicios, que pueden configurarse y mejorarse para dar la calidad que el consumidor desea. Un Sistema de Gestión de Calidad contiene lo siguiente:

  1. Estructura organizacional. Los integrantes de la empresa, que realizan desde sus departamentos distintas tareas, con el fin de cumplir con metas definidas por la dirección.
  2. Planificación. Es la serie de pasos estudiados y definidos como necesarios para lograr las metas de la dirección.
  3. Recursos. Todo lo necesario para realizar los pasos establecidos en la planeación. Dinero, materia prima, herramientas, equipo, instalaciones, factor humano, etc.
  4. Procesos. Los pasos a seguir para que elementos de entrada se conviertan en un producto o servicio que se pretende comercializar.
  5. Procedimientos. Son el ‘cómo’ de cada proceso a un nivel detallado. Para certificaciones especiales, comúnmente se evalúa que estén bien documentados, asegurando así que se podrán aprender y realizar, de forma medible y consistente cada vez.

Estos elementos del sistema siguen un ciclo de mejora continua: 

  1. Planeación de la calidad. En base a lo que busca la empresa y a los clientes a los que desea atender, se definen: Los requisitos del cliente. Aquello que no puede faltar en el producto, las funciones y detalles críticos para que ellos digan que es el producto deseado. Desarrollo de producto. Se hacen prototipos considerando lo que el cliente busca y los diferenciadores que la administración desea integrar para que el producto sea visto como el mejor en su tipo. Desarrollo de proceso. Los ingenieros analizan el diseño y definen los pasos necesarios para conformar el producto. Desarrollo de controles. Dada la severidad (juguete VS bolsa de aire para un auto) y la capacidad que cada proceso tiene, se consideran escenarios de riesgo y diferentes medios para corregir y retener partes del proceso que no cumplan con el estándar.
  2. Control de la calidad. A pesar de tener una idea desde diseño sobre lo que es un producto/servicio bueno o malo, se tiene en curso distintos protocolos, dispositivos y prácticas para asegurar que los resultados sean estables, tal como los estamos buscando.
  3. Mejora de la calidad. En un ciclo que no termina, se hacen constantes mediciones para valorar el estado actual; se experimenta con variantes al proceso, nuevos dispositivos de control y reentrenamientos de personal aspirando superar los resultados obtenidos hasta el momento.

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